sábado, 13 de febrero de 2010

Tensión emocional .


Caso 1
Presa de un miedo desconocido, comencé a perder mi aliento. Estaba entre sus brazos, sintiendo que mi pecho se comprimía, y yo no podía ni hablarle ni pedirle ayuda, algo, que sigo sin saber qué fue, me lo impidió. Mi cuerpo pedía a gritos que yo recuperase mi aliento, pero no reaccionaba. Sentí que me perdía en mis pensamientos, que me desprendía de mi misma mientras mi corazón latía incorrectamente. Cada vez me adormecía más y más, y de pronto, en algún momento, dejo inconcientemente de respirar.
Oí la voz de quien estaba junto a mí, diciendo mi nombre… lo sentí como si estuviera muy lejos de mí… me pedía que reaccionara. En ese momento sentí tanta presión por reaccionar que la sensación de adormecimiento desapareció.
Al instante comienzo a sentir terror al sentirme presa de mi misma y reacciono comenzando a llorar.

Caso 2
El nerviosismo y la angustia del momento desencadenaron en mí un dolor muy fuerte en el pecho. Podría decirse que me dolió el corazón. Ese dolor comenzó a hacerse más intenso, y yo empecé a sentir que me faltaba el aire. Sentí cada vez más la necesidad de respirar profundamente, mi corazón latía muy rápido y fuerte, y respirar profundo no me era suficiente. Me sofocaba. Comencé a temblar como si tuviera frío y a sentir mucho miedo por lo que me pasaba, pensando en que podría llegar a morir, me dieron nauseas y mareos. Parecía enloquecer, me envolvía un sentimiento de pánico e intentaba de equilibrar mi respiración conteniéndola, pero eso complicó más las cosas. Cada vez necesitaba más aire, hasta que en un momento, sentí que mi cabeza pesaba, me dieron más mareos, nauseas y el agotamiento terminó por relajarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tensión emocional .


Caso 1
Presa de un miedo desconocido, comencé a perder mi aliento. Estaba entre sus brazos, sintiendo que mi pecho se comprimía, y yo no podía ni hablarle ni pedirle ayuda, algo, que sigo sin saber qué fue, me lo impidió. Mi cuerpo pedía a gritos que yo recuperase mi aliento, pero no reaccionaba. Sentí que me perdía en mis pensamientos, que me desprendía de mi misma mientras mi corazón latía incorrectamente. Cada vez me adormecía más y más, y de pronto, en algún momento, dejo inconcientemente de respirar.
Oí la voz de quien estaba junto a mí, diciendo mi nombre… lo sentí como si estuviera muy lejos de mí… me pedía que reaccionara. En ese momento sentí tanta presión por reaccionar que la sensación de adormecimiento desapareció.
Al instante comienzo a sentir terror al sentirme presa de mi misma y reacciono comenzando a llorar.

Caso 2
El nerviosismo y la angustia del momento desencadenaron en mí un dolor muy fuerte en el pecho. Podría decirse que me dolió el corazón. Ese dolor comenzó a hacerse más intenso, y yo empecé a sentir que me faltaba el aire. Sentí cada vez más la necesidad de respirar profundamente, mi corazón latía muy rápido y fuerte, y respirar profundo no me era suficiente. Me sofocaba. Comencé a temblar como si tuviera frío y a sentir mucho miedo por lo que me pasaba, pensando en que podría llegar a morir, me dieron nauseas y mareos. Parecía enloquecer, me envolvía un sentimiento de pánico e intentaba de equilibrar mi respiración conteniéndola, pero eso complicó más las cosas. Cada vez necesitaba más aire, hasta que en un momento, sentí que mi cabeza pesaba, me dieron más mareos, nauseas y el agotamiento terminó por relajarme.